Compañerismo - ¿Qué Significa?
El compañerismo no era una palabra muy escuchada en la cultura
predominante hasta recientemente. Pero con la popularidad de las
películas de El Señor de los Anillos, y especialmente la primera
película: "El Compañerismo del Anillo," la palabra ha disfrutado de un
regreso lingüístico. El diccionario American Heritage define el
compañerismo como: "La condición de estar juntos o de compartir
intereses similares o experiencias." Con una definición tan amplia como
esta, algunos pueden decir que el compañerismo no es nada más que pasar
el tiempo juntos o pertenecer al mismo club. Sin embargo, el
compañerismo, en su forma más verdadera, es muchísimo más que la reunión
de varias personas en el mismo lugar por la misma razón.
Un buen ejemplo del compañerismo genuino es visto en la primera película
del Señor de los Anillos. Frodo y los otros que formaban el
"compañerismo del anillo," compartieron ciertamente muchas aventuras
juntos, pero su asociación involucraba mucho más que un simple
compañerismo. Debido a lo que ellos pasaron juntos se llegaron a conocer
mejor y a un nivel más profundo. Ellos formaron lazos de amistad
increíblemente fuertes y sacrificaron mucho el uno por el otro, a menudo
soportando peligros y, en algunos casos, hasta la muerte.
La aventura de J.R.R. Tolkien nos permite echar una mirada a lo que
significa tener un auténtico compañerismo con otros seres humanos. Es
una imagen de lo que debería ser el compañerismo cristiano. Los
cristianos están muy familiarizados con la palabra "compañerismo,"
porque es una de las razones por las que Dios nos creó y nos puso a
todos juntos en este planeta. Dios quiere que nos reunamos a menudo para
compartir nuestras experiencias, con el fin de crear relaciones sólidas
e íntimas y de ayudarnos mutuamente en la vida.
Compañerismo - Sus Beneficios
El compañerismo, de la misma manera que lo necesitó Frodo para ayudarlo
en su misión de destruir el anillo maléfico, es necesario también para
los cristianos, para ayudarles a llevar buenas vidas y a diseminar el
evangelio por todo el mundo. Cuando los cristianos tienen compañerismo
regularmente con otros cristianos, no solamente obtienen muchos
beneficios, sino que también obtienen la oportunidad de sacrificarse por
sus compañeros creyentes. Hoy, los cristianos no están llamados
típicamente a sacrificar sus vidas los unos por los otros, pero pueden
ministrar de otras maneras, como proporcionando consuelo y compasión
cuando alguien en su comunidad esté llorando una pérdida; ofreciendo
asistencia física para ayudar a terminar una mudanza o un proyecto de
mejoras en el hogar; dándole apoyo emocional a un amigo que esté pasando
por un tiempo difícil en el trabajo o en la casa; supliendo ayuda
monetaria a alguien con necesidades económicas; ayudando a un compañero
creyente a encontrar fortaleza interior para seguir la dirección de Dios
en su vida; y así sucesivamente.
El compañerismo cristiano también fomenta cosas como la confianza, la
esperanza, un sentimiento de pertenencia, seguridad, amistades de por
vida, fe, paciencia, desinterés, y lo mejor de todo, amor verdadero,
incondicional, que sólo puede venir de gente que tiene una relación
personal con Dios, el Autor del amor. A menos que usted haya dado o
recibido alguno o todos esos beneficios cuando se encuentra con otros,
usted no ha experimentado un compañerismo real.
Compañerismo - ¿Dónde Puede Encontrarlo?
El compañerismo es uno de los propósitos principales de Dios para los
seres humanos. Es por esto que todos sentimos la necesidad de compañía,
amor, y de pertenencia a un grupo. Hasta el humanista psicólogo Abraham
Maslow reconoció nuestra necesidad de compañerismo, así que la insertó
en el medio de su jerarquía de necesidades. La puso justo arriba de
nuestra necesidad de alimento y abrigo, y debajo de nuestra necesidad de
auto-estima y auto-realización.
Somos seres sociales, por esto es que nos unimos a clubes,
organizaciones, y asociaciones. Sin embargo, la mayoría del tiempo,
estas sociedades especiales sólo nos proporcionan compañía temporal, y
una vez que se acaba la reunión, no escuchamos ni vemos a ninguno de
ellos hasta la próxima reunión. Este no es el tipo de compañerismo que
anhela nuestra alma. Esas no son las únicas experiencias sociales que
Dios quiere que tengamos.
Dios creó la "organización" perfecta para el compañerismo, y esa es la
familia. De acuerdo, ninguno de nosotros tiene familias perfectas, pero
la unidad familiar fue creada por Dios para proporcionarnos compañerismo
cotidiano para que pudiésemos aprender a desarrollar relaciones
afectuosas profundas, y descubrir lo que significa sacrificarse por
otros. Para las personas que han recibido a Cristo como su Salvador
personal y Señor, su "familia" se extiende más allá de los límites de lo
que la mayoría considera familia. Los cristianos son miembros de la
familia de Dios, y existen millones de personas en esa familia, así que
ahora tenemos nuevos hermanos y hermanas que están emparentados con
nosotros por sangre, la sangre de Jesús. A través del compañerismo
bíblico podemos caminar por el camino de la vida con los miembros de
nuestra nueva familia, y durante nuestro recorrido podemos ayudarnos los
unos a los otros a superar los trechos difíciles y a regocijarnos con
otros cuando disfrutemos de buen tiempo.
Si usted anhela este tipo de compañerismo, únase a la familia de Dios
hoy. Él le está esperando como un Padre espera a sus hijos con los
brazos abiertos para abrazarlos. Entonces Él le presentará a su nueva
familia, la iglesia, donde usted encontrará muchas oportunidades para el
compañerismo con otras personas que desean tener una relación duradera
con usted. Estas son personas que quieren darle consuelo, alivio,
alegría, amor, y todos los otros beneficios maravillosos que sólo el
verdadero compañerismo puede proporcionar.
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